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Estamos viviendo semanas y meses totalmente fuera de lo común para todos. Sin importar a qué nos dedicamos, de alguna u otra forma los efectos del Covid-19 hacen estragos en nuestra rutina.

En el caso del deporte olímpico mexicano, en especial entre quienes estamos involucrados en la preparación de nuestros atletas nacionales en cada ciclo olímpico, sufrimos cambios radicales en la operación, siempre actuando contra el tiempo, pues en plena pandemia la actividad sigue y aunque la mayoría es a distancia, lo hacemos lo mejor coordinado posible en todas las áreas del Comité Olímpico Mexicano (COM) y el mismo Centro Deportivo Olímpico Mexicano (CDOM).

Prácticamente son cuatro meses desde que se dio a conocer el primer caso de Covid-19 en México a finales de febrero y quiero reconocer a cada uno de los atletas e integrantes de los equipos multidisciplinarios y sus familias, así como todo el personal de la Familia Olímpica, por guardar la sana distancia y permanecer en casa o aislados de acuerdo con sus posibilidades ante esta apremiante situación.

Si bien se han presentado casos de coronavirus entre deportistas y demás involucrados en este medio, la mayoría muestran solidaridad al cuidarse y cuidar a su entorno, gracias a todos porque es un trabajo en equipo que seguro rendirá frutos en el mediano y largo plazo.

En unas semanas más, basados siempre en las indicaciones oficiales, con el apoyo y orientación de los especialistas en medicina y deporte que colaboran con el COM y el CDOM, retomaremos nuestras actividades en la medida de lo posible, por ahora debemos cerrar filas.
Poco a poco retomaremos el ritmo en esta nueva normalidad, con nuevas medidas sanitarias y hábitos que deberán implementarse en todos los sentidos y otra vez volveremos más fuertes, pues si algo nos ha mostrado el deporte, desde siempre, es que nunca hay que darse por vencidos y esta ocasión no será la excepción.